Por qué desactivé mi cuenta en Facebook

Y fue por una razón relacionada con decisiones y superar el miedo.

Carlos, si ves una sombra furtiva pasar por detrás de ti, ten cuidado de que no sea el miedo, porque una vez que el miedo te vence, lo hace para siempre”

del libro Las enseñanzas de Don Juan, del antropólogo norteamericano Carlos Castaneda.

Para muchas personas Facebook, la famosa red social, es imprescindible y lo entiendo. Su facilidad de uso y la posibilidad de entrar en contacto con personas conocidas, y algunas no tanto, que de otra forma jamás las hubiéramos vuelto a contactar la hacen irresistible.

Finalmente, el ser humano es, antes que cualquier otra cosa, un ser social.

Pues yo acabo de desactivar mi cuenta de Facebook. No fue por ahorrar dinero, ya que como todo el mundo sabe, es gratuito el servicio que Facebook presta. Ni siquiera fue por todas las teorías conspiratorias que ya se han creado alrededor del poderoso controlador de mentes que Facebook es hoy en día.

El hecho de que Facebook controle nuestros datos y haga con ellos lo que quiera, poniéndonos a merced de cualquier sátrapa con malas intenciones manipulativas, tampoco fue la causa del divorcio. Sus novedosos esfuerzos de censura y manipulación de la información me daban exactamente igual y me lo siguen dando.

Hoy vi un vídeo de un gran cómico llamado JP Sears que mencionaba su enorme sorpresa de encontrarse en Facebook un anuncio en el que le pedía que identificase a personas cercanas con influencia extremista y les recomendase acudir a una web en concreto en la que dichas tendencias extremistas serían calmadas, algo absolutamente inadecuado según yo lo veo. Pero a mi eso me da igual.

También sé que Facebook es responsable de, al menos, el 40% de los divorcios de hoy en día. Gracias a esta maravillosa red social, entramos en contacto de nuevo con aquella persona que pudo haber sido nuestro primer y gran amor. Como haya sido la relación no es importante. Lo que importa son todas las poderosas emociones que quedaron ancladas en nuestros sistemas nerviosos y que se reproducen de manera inevitable cuando se reinician dichos contactos.

De ahí al “nadie me entiende como tú” o “no soy feliz con mi relación actual”, créeme, hay solo un par de segundos. El resto ya sabes cómo sigue: nos vemos para reencontrarnos, tomar una y solo una copa y “me siento tan bien en tu compañía que no quisiera que nos separásemos nunca”. Fin de la historia.

Pues bien, si ninguna de estas, para muchos, poderosas razones me hicieron desactivar mi cuenta de Facebook, ¿por qué la desactivé? Verás, no fue fácil. Y no lo fue porque Facebook no te lo deja fácil dadas las complicaciones que tiene desactivar la cuenta y lo entiendo. Tal vez yo haría lo mismo.

La razón principal por la que desactivé mi cuenta es que yo estaba en Facebook por lo que yo denomino una DBM. Hay muchas DBM en nuestras vidas y, creo yo, cuanto antes las identifiquemos y las eliminemos más rápido nos moveremos al siguiente nivel de evolución personal.

¿Qué es una DBM? Buena pregunta y pensaba que nunca me la ibas a hacer. DBM son las iniciales de una Decisión Basada en Miedo. Verás, la primera vez que realicé esfuerzos de marketing digital, cualquier asesor que buscase me decía que debía tener presencia en Facebook. “¿Por qué?”, preguntaba yo iluso. “Pues porque si no estás en Facebook vas a perder posicionamiento, presencia y, al final, ventas”, me respondían.

Abrí mi cuenta de Facebook porque tenía miedo de perder ventas. Una DBM de catálogo, vamos. No me daba cuenta en ese momento, pero ahora está más claro que el cielo de Madrid en otoño. No digo que tener una cuenta en Facebook sea malo, solo digo que yo nunca antes de mi negocio le había encontrado sentido alguno.

Abrí mi cuenta de Facebook porque tenía miedo de perder ventas. Una DBM de catálogo, vamos. No me daba cuenta en ese momento, pero ahora está más claro que el cielo de Madrid en otoño. No digo que tener una cuenta en Facebook sea malo, solo digo que yo nunca antes de mi negocio le había encontrado sentido alguno.

Como esta DBM hay muchas otras en mi vida. Como decía un antiguo mentor en mi vida: “El miedo es un mal consejero”. Ahora bien, si el miedo no es el mejor medio para tomar una decisión, ¿qué usamos para tomar decisiones y vivir con plenitud sus consecuencias, cualquieras que estas sean?

3 consejos:

  1. Usa tu instinto. Aunque no te des cuenta, usar el instinto es una consecuencia de la auto confianza. Ya sé que has estudiado muchas técnicas para tomar decisiones de manera lógica y te felicito por ello. Lo lamento, pero ninguna funciona mejor que tu instinto. Es más barato y eficaz. Existe desde hace miles años, de hecho, millones, y lo hemos usado para llegar hasta donde estamos. Mal no parece funcionar.
  1. Haz las cosas porque quieres hacerlas, nunca por las consecuencias negativas de no hacerlas. No me refiero a las consecuencias para otras personas, sino para ti mismo. Abre tu cuenta de Facebook porque quieres y te gusta, no porque vas a perder mucho si no la abres. Analiza las razones de hacer algo. Si en medio de la reflexión aparece algo similar a “es que tengo miedo de que…”, ya sabes la respuesta. No lo hagas. Un ejemplo. Desactiva Facebook ahora mismo. No te atreves, ¿verdad? ¿De qué tienes miedo?
  1. Las decisiones no son buenas ni malas, nosotros las hacemos buenas o malas con nuestros actos posteriores. Disfruta tomar decisiones. Si fuera imposible equivocarse, ¿Cuál sería la gracia de tener pensamiento? Si fuera imposible perder, ¿Cuál sería el sentido de la carrera? Acepta que equivocarse y perder son tan maravillosos como sus opuestos, porque lo importante es tener opciones y ser capaz de correr.

Las DBM son trampas y, si caemos, merecemos todo el daño que nos provoquen. Pero nunca olvides que puedes darle la vuelta en cualquier momento.

Yo decidí hoy que nunca nadie ni nada me iba a decir lo que necesitaba para ser exitoso. Que con algo y sin ello, si deseo que mi negocio o mi trabajo funcione lo hará. Que la vida no tiene sentido si no es así. Que, aunque no existiese Facebook, si mi producto o servicio es valioso, las personas que lo necesiten encontrarán el camino para obtenerlo. Que ya nadie me pondrá condiciones para llegar a donde quiero llegar en mi vida. Borra las condiciones de tu existencia ahora mismo.

En resumen, decidí eliminar las decisiones DBM de mi vida y suspendí Facebook. A lo mejor, a diferencia de lo que piensa Don Juan de que una vez que te vence el miedo lo hace para siempre, resulta que ese “siempre” solo era hasta el día de hoy, un día muy especial. De hecho, parece ser que hoy es el primer día del resto de mi vida. ¿Será?

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