El Juego se llama Resultados

Hablando de resultados, recuerdo una historia que me contó hace años Tony Robbins, el renombrado y famoso entrenador personal internacional. Si me lo permites, quisiera compartirla contigo ahora.

Un gerente de ventas confrontaba a un nuevo vendedor acerca de sus resultados:

• ¿Cuántas llamadas has hecho? – preguntó el gerente.
• Bueno…
• No – replicó el gerente sin dejar continuar al nuevo vendedor- en la casilla ni siquiera cabe la palabra “Bueno”, mucho menos lo que siguiese.
• Lo que quiero decir es que …
• Te lo voy a explicar rápidamente, que hasta tú lo vas a entender – interrumpió de nuevo sarcásticamente el Gerente- Tampoco las historias, aunque sean buenas, caben en la casilla. Esa casilla está diseñada para números, no para palabras, frases o historias.

Los números cuentan la historia. Los números, solía decir Galileo Galilei, son el lenguaje del Universo. Y algo sabría Galileo del Universo, que casi lo queman por ello.

Mi maestro Jim Rohn, cuando nos conocimos allá por el año 1997, me decía, también con cierto sarcasmo “¿Cómo es que una persona tan lista como tú no tiene éxito todavía?”. A lo que yo respondía con un “no sé”, o un “me han ocurrido cosas malas, yo creo”. Jim me preguntaba, “¿Cuánto dinero has invertido en los últimos dos años?”. Y yo le respondía que ninguno, que no había tenido dinero para invertir.

“¿Has tenido al menos 5 dólares en el bolsillo?”, me decía. Y claro que los había tenido. “Existen empresas en las que puedes invertir desde esa cantidad, ¿sabías?”. Y no, no tenía idea de que existían esas empresas.

Sin embargo, uno de mis clientes en esos días Merrill Lynch, había nacido con la idea de permitir que hasta el más pequeño inversionista pudiera hacerlo. Con los años, dándose cuenta de que pequeños inversionistas como yo no teníamos el valor de invertir ni cinco dólares, se fue convirtiendo en una empresa para grandes patrimonios únicamente.

“¿Cuántos libros de superación personal has leído en los últimos dos años? – continuó- Hay muchos, Cómo hacer dinero con 5 dólares, Cómo ganar amigos e influir sobre las personas, Cómo llegar a la cumbre, Cómo ser un gran padre, Cómo ser un gran hijo. Hay sobre todo tipo de temas. ¿Cuántos has leído?” La respuesta era que ninguno.

“¿Quién te ha vendido ese plan? No parece un plan dirigido a tener éxito en la vida. Dime, ¿Cómo es que no eres exitoso? En la mejor época de la que ha gozado la humanidad, en un mundo lleno de oportunidades como este”. La verdad era que yo tenía una lista enorme de excusas y de circunstancias y personas a quienes echarle la culpa, así que empecé a nombrarla.

Al final de escucharla, y la lista era larga, desde el gobierno hasta mi exesposa, pasando por el país donde vivía, me miró fijamente y me dijo, “Esa lista solo tiene un problema. No estás tú”.

Jim me contó que él mismo tuvo ese diálogo con su mentor, el Señor Shove y que sus repuestas fueron muy similares a las mías. Podemos estar de acuerdo o no con la lista de culpables, pero lo que sí me quedó claro fue que el único faltante, yo, era también el único sobre el que yo podría trabajar en cambiar desde ese momento mismo, si mi compromiso con mis metas era lo suficientemente grande. Los demás elementos de la lista estaban, sin duda, fuera de mi control.

Control. Importante palabra. Rohn solía decir que no tenemos el control sobre todo lo que nos pasa en la vida. De hecho, sobre muy pocas cosas. Pero con esas pocas cosas sobre las que sí tenemos control, era más que suficiente. Por ejemplo, tenemos control sobre cómo reaccionamos a los eventos que nos suceden y las decisiones que tomamos en consecuencia.

Las siguientes son algunas ideas sacadas del sentido común, de Jim, de la experiencia y de la Inteligencia Artificial (esto último es broma y solo sirve para llamar la atención) que nos pueden servir para vivir o desarrollar una vida exitosa.

1. Las oportunidades llegan a la vida a de cualquier persona, ya sea que las busque o no. Algunas de estas oportunidades parecen ser oportunidades únicas en la vida y lo mejor es aprovecharlas. ¿Sabemos cuándo llegarán? No lo creo, Yo no lo sé y no creo que nadie más lo sepa, pero de que llegarán, llegarán. Así que, cuando lleguen, mejor que nos encuentren preparados. James Fox decía que la suerte es cuando se junta la oportunidad con la preparación. Thomas Jefferson también decía que cuanto más trabajaba, más suerte tenía. Prepárate, es de sentido común. Las oportunidades no esperan.
2. No importa qué tanto te esfuerces, encontrarás dificultades por el camino. Esperar a que nada suceda o a que las dificultades se arreglen solas no suele funcionar muy bien. Esperar a que en el futuro tengamos un mejor panorama que aquí y ahora, me parece que tampoco funciona. Pero no me hagas caso, pruébalo y me dices. La vida en esta tierra tiene cuatro estaciones y solo en una de ellas cosechamos lo que sembramos. Si no te gusta este ciclo de estaciones siempre tienes la opción de buscarte otro planeta. Pues cuando algo malo suceda, recuerda que tu control sobre cómo reaccionas y qué decisiones tomas en consecuencia te sigue perteneciendo y lo hará hasta la muerte.
3. Nunca uses la siguiente fórmula: resultados es igual a no resultados más una buena excusa. La ausencia de resultados podrá explicarse, pero es inaceptable. Me acuerdo de haber trabajado en empresas en las que los directivos utilizaban más tiempo en encontrar la excusa perfecta por la que no serían capaces de cumplir las metas, que en cumplir las metas.
4. El mejor momento y lugar para hacer algo que te lleve a vivir la vida que deseas es aquí y ahora.
5. En la vida no hay fracasos, solo resultados. Si lo que has hecho para lograr tus metas no funciona, busca otra estrategia. ¿Cuántas veces? Fácil, tantas como sea necesario. Pero por el amor de Dios, no repitas lo que no funciona. Einstein decía que estupidez era hacer algo de nuevo y esperar resultados diferentes. La diferencia entre necio y persistente, reside en muchas ocasiones en aquello con lo que te comprometes. Si te comprometes con el camino, si te empeñas en hacer lo mismo una y otra vez, probablemente seas un necio, pero si lo haces con el resultado, entonces serás reconocido como persistente.
6. Es fácil culpar de nuestros intentos fallidos a algo externo a nosotros. Lo sé, es humano. Pero, al menos, no lo hagas con los políticos. Se dice que la política es el arte de suprimir o eliminar el sentido común y convencerte de que esa era la mejor opción. Si ya lo sabes, mejor busca otros culpables.
7. Inspírate en la vida y logros de otros, mientras esos otros no sean Bill Gates, Steve Jobs, Elon Musk, Marta Ortega o el Dalai Lama, por ejemplo. Perderás el tiempo, no podrás ni hacer ni lograr lo que ellos han logrado y te deprimirás por el resto de tu vida. Inspírate en personas comunes que han transcendido sus limitaciones, que normalmente te rodean y con quienes seguramente puedes establecer una buena amistad.
8. Usa bloqueador solar. Al menos de factor 50. Y probablemente este último sea el mejor consejo que te esté compartiendo porque está probado que las largas exposiciones al sol producen cáncer.

Mientras Jim compartía estas enseñanzas conmigo, un pensamiento me atravesó la mente y no pude evitar externarlo. “Jim, ¿no te parece que todas estas enseñanzas son un poco crudas y crueles?”.

“Lo serían – me dijo – si no fuera porque creo en ti y en la enorme capacidad que se encuentra en cada individuo. En el templo de Delphos en Grecia, dedicado a Apolo, había una inscripción que decía Conócete a ti mismo. Cuando te conozcas, sabrás de lo que eres capaz”.

Como yo no conozco mejor forma de expresarlo, te dejo estas palabras tal como yo las escuché. Aunque, debo reconocer, lo del bloqueador solar lo añadí yo.