Cómo resolver 2 grandes retos de la vida con PNL

Retos personales y profesionales que la PNL puede resolver

Rudyard Kipling, el gran escritor británico autor de La famosa novela “El libro de la selva” y que no sabía nada de PNL, se caracterizaba por escribir escenas en las que describía con enorme precisión los detalles y aspectos de estas. Preguntado por un periodista acerca de cómo era capaz de describir las cosas con tanto detalle, Rudyard le contestó que todo se lo debía a cinco amigos que le acompañaban en todos sus escritos. Estos cinco amigos eran Quién, Qué, Cómo, Dónde y Cuándo.

Estas cinco preguntas pueden haber sido los mejores cinco amigos de Rudyard, pero son, hoy en día, los cinco peores enemigos de los políticos, los conspiradores y los delincuentes en general, porque estas profesiones harán un enorme esfuerzo por no contestar ninguna de estas reveladoras preguntas.

Tomemos como ejemplo a un caudillo norte americano que, a pesar de sus evidentes y manifiestas incompetencias, mantiene niveles de popularidad extraordinarios (sin mencionar nombres, por supuesto). Cuando hace referencia a los logros de su gobierno todos los datos son difusos, vagos, exagerados o de plano, falsos. Cuando hace referencia de sus enemigos, por ende, enemigos de la patria, utiliza profusamente nombres y apellidos señalando con absoluta concreción y sin prueba alguna a quién o quienes hay que enviar al patíbulo.

Ser impreciso con sus acciones y preciso con sus oponentes le permite dirigir las emociones de quienes le siguen exactamente a los campos en los que le gusta jugar: los de la división del mundo en buenos y malos, en distinguir a los que están conmigo de los que están contra mí. Divide et impera es una máxima que tiene ya varios cientos de años funcionando a la perfección. ¿Para qué usar otra cosa?

Pensemos por un momento en un creyente de las teorías conspiratorias, de las que en este momento hay un catálogo de opciones más grande que el de cualquier compañía de entretenimiento online. Si un virus fue o no creado por una generalidad tan grande como “los chinos”, o si la mafia del poder o si, la más usada de todas las generalizaciones, “ellos” quieren dominar el mundo, son ideas que puede que tengan recorrido en cuanto a que muchas personas lleguen a creer en ellas, pero tendrán muy poco recorrido o, de hecho, ninguno, en cuanto a acciones a realizar dado que no hay nadie a quién perseguir, culpar o encarcelar. Y en algunos casos, esta es una buena noticia.

Socialmente hablando, los cinco amigos de Rudyard son hábilmente ignorados por todas aquellas personas que pretenden decir algo diciendo nada. Cuando usamos intencionalmente una imprecisión relacionada con las cinco preguntas, cada persona expuesta a nuestro mensaje se crea una interpretación profunda personal casi imposible de ser compartida por alguien más. Aunque pensamos que estamos entendiendo lo mismo, en realidad vivimos en mundos tan diferentes que en la comunicación diaria hacemos realidad la teoría de los Universos paralelos una y otra vez sin darnos cuenta.

Creo que la persona más importante de cara a entender los mensajes que nos envían en la sociedad es un lingüista. Si de mi dependiera, sentaría a un lingüista en cualquier consejo de ministros, aunque desafortunadamente, haría imposible el trabajo del 90% de sus compañeros quienes necesitan la imprecisión tanto como un sediento necesita del agua en el desierto.

La imprecisión estará muy bien cuando de dirigir una sociedad se trata, pero en las empresas o en las personas es un pecado imperdonable. A diferencia de los gobiernos, los ejecutivos de cualquier organización deben de dar resultados concretos si desean permanecer en sus puestos de trabajo. Lo mismo aplica para nuestras vidas si queremos alcanzar la felicidad sin estar dándonos excusas permanentemente o cayendo sistemáticamente en la victimización.

Dos secretos de la Excelencia Organizacional.

La excelencia operacional de una organización no es un suceso, no es algo que ocurre, es una consecuencia de acciones estratégicas dirigidas, deliberadas y eficaces. Es inequívocamente el resultado de equipos trabajando en equipo, en los que los integrantes y demás empleados de una organización se concentran en sus competencias y experiencias y no están metidos en una constante comparación y juicio de otras personas de la empresa quienes, según su criterio, trabajan menos y cobran más que ellos o ellas.

Estos poderosos equipos de trabajo se caracterizan por dos cosas: una correcta interpretación de la relación causa-efecto y el uso deliberado y constante de la precisión en la comunicación.

Una organización o empresa con un mínimo de madurez se caracteriza porque tiene objetivos, es decir, efectivos, definidos, medibles, retadores y compartidos. Si además sabe cómo producir o alcanzar los objetivos que persigue, es decir, conoce las causas, ya no hablamos de una empresa madura, hablamos de una empresa extraordinaria.

El problema más común es que sepamos lo que queremos, los objetivos, pero no tengamos idea de cómo lograrlos. O peor, que hayamos realizado una errónea relación entre causa y efecto, es decir, hayamos interpretado erróneamente que una determinada acción produciría el efecto deseado y, al aplicarla, encontrado que la relación causa-efecto era falsa. Peor todavía, que persistamos en una relación causa-efecto falsa pensando que la persistencia terminará dando sus frutos.

Peter Senge, catedrático del MIT, define Aprendizaje Organizacional, como una situación en que la empresa entera ha identificado una relación causa-efecto efectiva y este aprendizaje es utilizado sistemáticamente para lograr los resultados y visiones de conjunto que la organización se ha puesto como meta.

Así que, el primer secreto de la excelencia organizacional es la correcta unión de causas y efectos, entendiendo las sutiles implicaciones que las decisiones tienen más allá del lugar en que fueron tomadas y del momento en el que fueron tomadas.

Así que, el primer secreto de la excelencia organizacional es la correcta unión de causas y efectos, entendiendo las sutiles implicaciones que las decisiones tienen más allá del lugar en que fueron tomadas y del momento en el que fueron tomadas.

El segundo secreto tiene que ver con los cinco amigos de Rudyard, las preguntas de precisión. La causa más común de incumplimiento en la realización de las cosas que se tienen que hacer en cualquier empresa es la inexistencia de una respuesta clara a las preguntas Quién, Qué, Cómo, Dónde y Cuándo.

Podemos tener por seguro que cuando el Quién no es evidente, nadie lo hará. Y que cuando el Cuándo no queda claro, nunca pasará, o pasará cuando menos convenga. Lo mismo sucede con el Cómo, que cuando no está precisamente definido, la iniciativa personal de empleados entusiastas nos puede producir resultados imprevisibles e indeseables.

Identificar causas-efecto con efectividad y comunicarse con precisión es alcanzable si se cuenta con la formación o el consultor adecuados. Sí, aunque parezca auto promoción, un buen consultor es el que ayuda a las empresas a lograr desarrollar estos dos secretos de la Excelencia Operativa Organizacional.

A nivel personal es exactamente igual de importante dominar las dos aptitudes mencionadas. Como persona, es tan importante saber qué queremos como lo es para una organización o lo es la gasolina para que funcione el motor, o, siendo más ecologistas, tan importante como es una carga completa para que el coche eléctrico tenga la autonomía que el fabricante nos ha prometido.

Y como saber qué queremos es insuficiente si no sabemos cómo conseguirlo, es decir, encontrar la relación causa-efecto efectiva en nuestras vidas, las dos disciplinas se vuelven complementarias una de la otra. Aquí podríamos contar con la inestimable ayuda de un coach que tenga muchos conocimientos de Programación Neurolingüística. También créeme, sin intentar auto promocionarme.

La Programación Neurolingüística, PNL,  ha logrado, entre otras muchas cosas, identificar con precisión el origen de los resultados y emociones que deseamos experimentar en nuestras vidas

Si Rudyard estuviera leyendo este artículo tal vez diría que me falta precisión. Y es que, a diferencia de sus novelas, yo solo pretendo plantearte preguntas para las que eres tú y solo tú quien tiene las respuestas, porque, las busques donde las busques, estarán dentro de ti.

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