¿Por qué fracasan las empresas de nueva creación?

Se acabó. Si piensas en emprender, mi consejo es que ni lo intentes.

Ante la avalancha de datos que demuestran que el 75% de las empresas de reciente creación no devuelven el dinero que obtuvieron prestado de diversas fuentes, no sé quienes son más tontos, los que emprenden o los que prestan.

Es más, casi un 40% de los que prestan, los que confían, pierden su dinero en su totalidad. Fueron tan inteligentes para ganarlo y, sin embargo, se les nubla el intelecto para saber a quién prestarle.

Lo cierto es que un altísimo porcentaje de las empresas que inician terminan mucho antes de lo deseado. Tan antes como que no llegan al año. Y si revisamos las razones identificadas de por qué fracasan, no saldremos del asombro ni de la conclusión de que emprender es para superdotados.

Pensamiento positivo para no caerse

Según los estudios, las empresas de reciente creación (en concreto el estudio se refiere a las denominadas «start-ups») no llegan a buen término por 10 razones (aunque seguramente hay muchas más). Aquí expongo algunas e inmediatamente a continuación propongo su posible solución.

Las 10 razones de fracaso de las nuevas empresas

  1. Equivocarse en el tiempo. Solución: contratación de un adivino, uso del Tarot o videntes. Es obvio, con la información privilegiada que se encuentra en estas fuentes nadie puede equivocarse.
  2. Ignorar a los clientes. Error muy típico de los que piensan que con el consumo interno es suficiente. Solución: ser consciente de que quienes compran no están ni en la empresa ni en la familia.
  3. Falta de estrategia de márketing y comunicación. Solución: usar el 90% de los fondos en estos rubros y el resto a desarrollar el producto. Vamos, ¿alguna vez has sabido de que Microsoft o Apple lancen sus productos a tiempo?
  4. Falta de modelo de negocio. Solución: solo intentar emprender si has estudiado un MBA, executive a ser posible, y en una escuela de negocios renombrada internacionalmente. Del precio ya ni hablamos.
  5. Crear un producto poco atractivo. Solución: crear un producto atractivo. ¿Cómo se hace eso? Según las personas que hicieron el estudio, un producto atractivo se logra escuchando al cliente. Me imagino que cualquiera que encuentre un producto que muchas personas quieren desesperadamente y que nadie más proporciona tiene garantía de éxito. Pienso yo, claro está.
  6. Quedarse sin dinero. Solución: preguntar al adivino de la razón 1 que también indique cuánto dinero exactamente se va a necesitar para que el producto tenga éxito.
  7. Otros: mal cáclculo de la relación valor-precio, un mal equipo de trabajo, que no exista mercado para el producto o servicio (¿ni siquiera esto lo vieron los inversionistas?), ignorar a la competencia, etc.

Vamos, que emprender cualquiera lo hace, pero con éxito es un imposible o, al menos, una lotería. 

Hemos estado tan bombardeados por estas historias de éxito supremo de los grandes empresarios de la actualidad (Bill Gates, Amancio Ortega, Steve Jobs, Bezos, Musk, etc.) que tal vez creemos que emprender con éxito es eso o nada más.

Y lo que ocurre es que tenemos un sinfín de paradigmas acerca del emprendimiento completamente erróneos. Unos ejemplos de estos paradigmas a continuación:

  1. La necesidad de crear un producto único, exclusivo, jamás antes pensado o inventado. Nada más lejos de la realidad. Créeme en esto, por favor. Cumplir con lo anterior es un imposible estadísticos para la mayoría de los eres humanos. Y es, además, absolutamente innecesario para emprender con éxito. Abundan los ejemplos de empresarios exitosos que no innovaron en  nada.
  2. Contar con dinero en suficiencia o abundancia. De nuevo, los ejemplos de empresarios pequeños que viven fenomenalmente sin haber tenido capital de inicio son tan abundantes como estrellas tiene nuestra via láctea (bueno, a lo mejor exageré un poco).
  3. Tener un modelo de negocio exitoso. ¿En serio? Conozco muchísimos empresarios pequeños y medianos exitosos que no terminaron ni el bachillerato. Cuando les hablas de modelo de negocio les suena a física cuántica o a materia obscura, cuando menos.
  4. Pensar que el mundo es limitado y que no hay para todos. Esta creencia o paradigma se llama «escasez». Si crees en ella ni con todo el dinero del mundo lograrás el éxito.
  5. Solo se merecen el éxito las personas especiales. Es verdad, pero tú ya eres especial, así que te lo mereces, pero no te lo has ganado todavía.
  6. Emprender es muy arriesgado, se requiere de mucho valor. Al contrario, lo que requiere valor es no hacer nada y esperar que las cosas cambien. Como decía Bruce Lee, el gran maestro de artes marciales, es esperar que un tigre no te coma porque eres buena persona.

Finalmente, después de revisar con mis maestros en detalle qué es lo que hace falta para tener un negocio exitoso (y estos maestros lo tienen), llegamos siempre a las mismas y poderosas cinco o seis razones:

  1. Saber qué es lo que quieres de la vida, con precisión.
  2. Hacer muy bien algo, lo que sea. No hace falta que inventes el hilo negro ni que encuentres la piedra filosofal.
  3. Ponerle toda la pasión, lo que solo se logra si haces algo que te gusta o haces que te guste lo que sea que hagas.
  4. Persistir ante los obstáculos.
  5. Reinventarte si hace falta, modificar tu abordaje incial cuantas veces haga falta.
  6. Tener fe en que lo vas a lograr.

Los empresarios exitosos han  desarrollado habilidades que les permiten tener éxito y dichas habilidades están al alcance de cualquiera que las desee desarrollar.

Si crees que estas conclusiones son algo simplistas, siempre te quedan dos opciones: la primera es no emprender y la segunda es hacerlo pero resolviendo de antemano todas las razones de fracaso enumeradas al principio del este artículo. Puede que con suerte formes parte del 26% que sí regresa el dinero a los inversionistas.

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