Lo importante de los Objetivos Dicotómicos es el problema que nos platea cuando queremos conseguir dos cosas que aparentemente se excluyen una a la otra
¿Se puede lograr algo que esté perfectamente hecho cuando se busca rapidez? ¿Se puede hacer algo con el menor coste posible y que también tenga la máxima calidad? ¿Se puede conciliar el éxito personal o profesional y la familia o la salud?
Quiero demostrarte que estas dicotomías son una de las razones de infelicidad más grande en los seres humanos y al final del artículo te voy a revelar la solución en una sola frase. Y ni se te ocurra saltarte hasta el final porque no la vas a encontrar a menos que leas todo.
Cuando algo se divide en dos, la definición de dicotomía, entonces elegir una de las partes es automáticamente renunciar a la otra. Es entonces cuando nos encontramos en un dilema, sobre todo si no se es capaz de decidir cuál de las dos partes queremos más. Si además añadimos aspectos temporales, la cosa se complica aun más. Puede que hoy sacrifique algo en aras de un bien más deseado porque hoy así lo percibo, y que en algún tiempo más las percepciones se cambien radicalmente. Por ejemplo, dinero o salud. Si para ganar dinero dejo de lado el cuidado de mi salud, ¿es posible que en decenas de años más me encuentre diciendo algo como “Daría todo el dinero que tengo por una buena salud”?
También se puede presentar la situación de que alguien haya renunciado a su familia por el éxito profesional y varios años después considere que la soledad en la que se vive es inaguantable y que el sacrificio no valió la pena. Al principio podemos estar conscientes de que estamos sacrificando algo importante, pero pensamos equivocadamente que ya lo arreglaremos en el futuro.
Llevo años aplicando un cuestionario de medición de actitudes hacia la calidad en las empresas clientes míos y una de las preguntas tiene que ver con esto de los objetivos dicotómicos, en este caso tricotómicos, porque une tres variables en una misma frase. La frase pregunta si es posible conseguir algo bien hecho, con un buen coste y en el tiempo adecuado. Desde luego, la pregunta no es tan transparente como yo la planteo aquí, y tiene matices que verdaderamente mostrarán cuándo las personas que contestan el cuestionario tienen una dicotomía en su pensamiento que impedirá que las tres cosas se den simultáneamente.
En la mayoría de los casos la respuesta que yo obtenía mostraba inequívocamente que los participantes pensaban que conseguir las 3 variables juntas era imposible. Se podría lograr algo muy bien hecho, pero requiere su tiempo y no escatimes en costes porque lo barato sale caro.
La realidad se nos presenta de acuerdo con nuestros paradigmas y si consideramos que dos metas se excluyen mutuamente así será en nuestra vida, ya sea la personal o la empresarial.
Peter Senge, en su famoso, y según yo poco comprendido, libro enunciaba las leyes de la 5ª Disciplina, las Leyes de la Disciplina Sistémica. Y antes de decirte el cómo una de estas leyes tiene que ver con lo que estoy planteando en este artículo, analicemos otro aspecto importante: los valores.
Los Valores son decisiones personales acerca de aspectos de la realidad que tienen una cierta importancia para los humanos, ya sea que seamos conscientes de estas valoraciones o no, da igual. Es decir, algunos humanos valorarán más la comodidad y la seguridad mientras que otros valorarán más la aventura y el riesgo. ¿Por qué es así? Existen varias interpretaciones, pero seguro que ni el que valora la seguridad ni el que valora la aventura tienen idea de por qué es así. Solo saben aquello que más valoran y ya.
Desde luego que existen factores condicionantes en nuestro desarrollo emocional y personal que, sin pretenderlo tal vez, nos hayan inculcado esos valores, pero de que no nacemos con ellos, eso también parece un hecho. Como sea, lo cierto es que a una cierta edad ya poseemos una serie de valores establecidos en orden de prioridad que usamos para tomar decisiones.
Regresando a los objetivos dicotómicos, muchas personas piensan que las decisiones que tomamos hoy y que tendrán consecuencias indeseables a futuro resultan malas decisiones por que nuestras prioridades en la lista de valores estaban mal planteadas. Vamos, que no sabemos lo que verdaderamente importa en la vida y cuando lo descubrimos es ya muy tarde.
No por nada dice Jesús “No por ganar el mundo vayas a perder tu alma”. Suena que alma y mundo son contrapuestos, pero a lo mejor no es así el asunto. Y para entenderlo es momento de que veamos la ley de la Disciplina Sistémica que mencioné anteriormente:
Ley Nº 9: Se pueden alcanzar dos metas aparentemente contradictorias”
Peter Senge, la 5ª disciplina
Yo diría más. No solamente se pueden, se deben. Alcanzar dos metas, o tres, aparentemente contradictorias no es algo deseable solamente, es un deber, porque nos hará crecer y alcanzar nuestro verdadero potencial.
No hay ninguna razón posible por la que no se pueda tener dinero y salud, o dinero y familia, o calidad, un buen coste y el mejor tiempo posible, y todo al mismo tiempo. La única razón es que nosotros creamos que no es posible,
La frase que pone solución al sufrimiento que provocan las metas dicotómicas es esta. No hay ninguna razón posible por la que no se pueda tener dinero y salud, o dinero y familia, o calidad, un buen coste y el mejor tiempo posible, y todo al mismo tiempo. La única razón es que nosotros creamos que no es posible,
No hace falta perder el alma para ganar el mundo. Lo que Jesús quiere decir, imagino, es que, si en el proceso de ganar el mundo pierdes el alma, el mundo no valdrá la pena. La frase nunca menciona, como más de uno puede llegar a entender, que ambas cosas, mundo y alma, son contradictorias u opuestas.
Si eres consciente de tu verdadero poder personal sabrás que tienes capacidad de sobra para alcanzar las metas que te propongas. Y, sin darte cuenta, tus prioridades y valores encontrarán de manera intuitiva su orden adecuado por sí solos.
Una empresa empeñada en alcanzar excelencia en su operación y convertirse en un referente para las demás empresas a nivel mundial no lo logrará sin trabajar antes en la mentalidad de sus empleados y resolver todas las dicotomías existentes.
A nivel personal, cuando te plantees objetivos amplios que incluyan como posibles aspectos aparentemente contradictorios, al considerarlos como posibles, los caminos misteriosos a través de los cuales estos objetivos se harán realidad, aparecerán delante de tus ojos y, tal vez, descubras que siempre han estado ahí, invisibles a los ojos del que no cree, visibles ahora para ti. Ya me cuentas.
