Los beneficios de creer en la Ley de la Atracción.

¿Quieres saber quién eres? Es una pregunta sencilla para empezar el día. ¿En verdad quieres saberlo? Sigue viendo este vídeo y lo averiguarás.

Voy a hablarte de los beneficios psicológicos y mentales de creer en la Ley de la Atracción. Antes que nada, en este post es improbable que averigües la pregunta que te hice al inicio. No imposible, pero no probable. Pero no te he mentido. Te voy a compartir por qué creer en la Ley de la Atracción es un manifestación de salud mental y de buen juicio. Y si más personas creyesen en esta radical idea, mejor nos iría en el mundo.

La Ley de la Atracción, un principio que sugiere que podemos atraer hacia nosotros lo que pensamos y sentimos, ha ganado popularidad en los últimos años como una herramienta para el desarrollo personal y la búsqueda de la paz mental. Aquí te explico por qué creer en la Ley de la Atracción puede ser importante para tener paz mental, desarrollar la responsabilidad personal y darle sentido a nuestra vida:

Paz Mental

1. Enfoque Positivo: La Ley de la Atracción promueve un enfoque positivo hacia la vida, alentándonos a concentrarnos en pensamientos y emociones positivas. Este enfoque puede reducir el estrés y la ansiedad, contribuyendo a una mayor paz mental.

2. Control sobre los Pensamientos: Al practicar la Ley de la Atracción, aprendemos a ser más conscientes de nuestros pensamientos y a dirigirlos de manera más constructiva. Este control puede ayudarnos a sentirnos más tranquilos y centrados, lo que es esencial para la paz mental.

Desarrollo de la Responsabilidad Personal

1. Autonomía sobre la Realidad: La Ley de la Atracción enfatiza la idea de que somos creadores de nuestra realidad a través de nuestros pensamientos y emociones. Esta perspectiva fomenta una mayor responsabilidad personal, ya que nos hace conscientes de que nuestras acciones y actitudes tienen un impacto directo en nuestras vidas.

2. Poder Personal: Al reconocer que tenemos el poder de influir en nuestra realidad, nos sentimos más empoderados para hacer cambios positivos en nuestras vidas. Esto puede llevar a un mayor sentido de responsabilidad personal y a la adopción de hábitos más saludables.

Sentido a Nuestra Vida

1. Propósito y Dirección: La Ley de la Atracción nos anima a definir claramente nuestros deseos y objetivos. Al hacerlo, podemos darle un sentido y dirección más claros a nuestra vida, lo que contribuye a un mayor bienestar emocional.

La idea de que la Ley de la Atracción nos permite influir en nuestra vida, en lugar de sentirnos como marionetas manejadas por otros o corchos a la deriva en el capricho de las olas, es profundamente poderosa y transformadora. Esta perspectiva no solo nos invita a tomar las riendas de nuestra existencia, sino que también nos ofrece una visión más rica y significativa de lo que significa vivir. Aquí te desarrollo esta idea:

Autonomía sobre Nuestra Vida

La Ley de la Atracción sostiene que a través de nuestros pensamientos y emociones podemos influir de manera significativa en los eventos, circunstancias y experiencias de nuestra vida. Esta creencia nos saca del papel de víctimas de las circunstancias o de seres pasivos a merced de las decisiones de otros, y nos coloca en una posición de creadores de nuestra realidad. Al entender que nuestros pensamientos y emociones tienen poder, comenzamos a prestarles más atención, eligiéndolos más cuidadosamente y, por ende, empezamos a dirigir nuestra vida de manera más consciente y deliberada.

Más Allá de la Supervivencia

La visión tradicional de la vida como un ciclo de nacimiento, desarrollo, reproducción y muerte, centrada únicamente en la supervivencia y la reproducción, se ve ampliada por la Ley de la Atracción. Esta nos enseña que nuestra existencia puede tener un propósito y significado más profundos, que van más allá de las necesidades básicas. Nos anima a buscar la realización personal, la felicidad y el crecimiento espiritual, sugiriendo que podemos diseñar una vida que refleje nuestros deseos más profundos y aspiraciones.

Poder Personal y Responsabilidad

Al abrazar la Ley de la Atracción, nos fortalecemos al reconocer la gran influencia que ejercemos sobre nuestras vidas. Este enriquecimiento viene acompañado de un sentido añadido de la responsabilidad: la obligación de ser conscientes de nuestros pensamientos y emociones, de elegir la positividad y el optimismo, y de actuar de forma que nuestra realidad se alinee con nuestros deseos. Este proceso de fortalecimiento y asunción de responsabilidades es liberador, ya que nos permite ver que tenemos más control sobre nuestra felicidad y destino del que nos habíamos dado cuenta.

La responsabilidad personal significa que no podemos esperar pasivamente a que algo cambie en nuestras vidas. No podemos confiar en que otras personas o circunstancias externas sean responsables de nuestro bienestar o nuestros logros. En lugar de ello, comprendemos que somos los únicos responsables de manifestar los cambios que deseamos.

Si queremos experimentar un cambio positivo en cualquier aspecto de nuestra vida, es crucial que asumamos la responsabilidad de actuar. Si deseamos tener éxito en nuestra carrera profesional, por ejemplo, no podemos limitarnos a esperar a que nos llegue una gran oportunidad laboral. Debemos ser proactivos, buscar nuevas oportunidades, formarnos, fijar objetivos y trabajar duro para alcanzarlos.

beneneficios de creer en la ley de la atracción

«La responsabilidad personal implica otorgarnos poder a nosotros mismos»

Poseemos la capacidad de moldear nuestra propia realidad a través de nuestras acciones y actitudes. En lugar de quejarnos o culpar a los demás de nuestras circunstancias actuales, debemos aprender a tomar decisiones conscientes y esforzarnos por alcanzar nuestros objetivos.

Al asumir la responsabilidad personal, nos liberamos de la mentalidad de víctima y adoptamos una mentalidad de creador. Nos damos cuenta de que somos los arquitectos de nuestra propia realidad, y de que nuestras acciones y decisiones tienen un impacto directo en nuestros resultados.

En resumen, la responsabilidad personal nos insta a ser los protagonistas de nuestras vidas y a no depender de otros para alcanzar nuestros sueños y metas. Nos anima a tomar las riendas de nuestro destino, reconociendo que nuestras propias acciones, pensamientos y emociones son los mayores determinantes de nuestra realidad.

La Ley de la Atracción y la estupidez humana.

Se puede creer en la Ley de la Atracción de forma inteligente, pero también de forma estúpida. Veamos las expresiones de la estupidez aplicada a la Ley de la Atracción.

  1. Las cosas se arreglan solas. No, nada se arregla solo, o, si se arregla, es una coincidencia en la que yo no confiaría en que se vuelva a repetir con frecuencia. Las cosas se arreglan porque hay una acusa llamada pensamiento que hace que las cosas se arreglen.
  2. Voy a gastar todo lo que tengo porque la Ley de la Atracción ya me repondrá después lo necesario. No parece que esta sea una buena idea. La Ley de la Atracción sugiere fuertemente que primero atraigas y luego gastes, no al revés. Existen muchas variables en el desempeño de la ley, variables que invitan a estudiarla y no a alejarnos de ella.
  3. Si todo el mundo tiene todo lo que quiere, no habrá suficiente en este planeta ni en diez. ¿En serio? Para empezar ya todo el mundo tiene no lo que quiere, pero sí lo que atrae, lo sepa o no. En todo caso, las cosas tienen un valor subjetivo desproporcionado por la imposibilidad percibida de tenerlo. Es decir, nos apetece tenerlo porque lo consideramos imposible. Si todo fuera posible para cualquier ser humano, tendríamos mucha más noción de lo que es verdaderamente importante para nosotros, sin hacer caso de lo que los publicistas tratan de vendernos.

Conexión y Propósito

Finalmente, la Ley de la Atracción nos ofrece una conexión más profunda con el universo y con los demás. Al entender que todos somos parte de un todo interconectado y que nuestros pensamientos y emociones pueden influir en el mundo que nos rodea, nos sentimos más conectados con la vida misma. Esta conexión nos brinda un sentido de propósito, alentándonos a vivir de manera que no solo mejoremos nuestra propia existencia, sino que también contribuyamos positivamente al mundo.

Conclusión

La Ley de la Atracción nos ofrece una perspectiva poderosa y transformadora de la vida. Nos enseña que no somos meras marionetas ni estamos a la deriva en un mar de casualidades, sino que somos seres poderosos capaces de influir en nuestra realidad y darle un sentido profundo a nuestra existencia. Al adoptar esta ley, no solo buscamos mejorar nuestras vidas a nivel personal, sino que también aspiramos a contribuir a un mundo mejor para todos.

Creer en la Ley de la Atracción puede ser un camino valioso hacia el desarrollo personal, ofreciendo herramientas para mejorar la paz mental, fomentar la responsabilidad personal y encontrar un sentido más profundo en la vida. Sin embargo, es importante recordar que la efectividad de esta ley depende de la práctica consciente y el compromiso con el crecimiento personal. Como en cualquier aspecto de la vida, el equilibrio y la moderación son clave, así como la combinación de esta creencia con acciones concretas y realistas hacia nuestros objetivos.

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