En busca de la Felicidad

Más allá de la felicidad existen otros estados emocionales más plenos, intensos e insuperables.

La búsqueda de la felicidad ha sido una constante en la historia de la humanidad. Desde la antigüedad, filósofos, líderes espirituales y personas comunes han perseguido este estado emocional efímero, anhelando una vida plena y satisfecha. Hoy en día, no es difícil encontrar personas quienes afirman que el único sentido que tiene la vida es el de ser felices. Con frecuencia, sin embargo, estas personas llegan, inocentemente o no, a confundir felicidad y placer. Y no es lo mismo.

La búsqueda de la felicidad es una aspiración natural para todos nosotros. Desde temprana edad, se nos enseña que el éxito, la riqueza y las relaciones amorosas son los pilares de una vida feliz. Y si bien estos factores pueden brindarnos momentos de alegría y satisfacción, la felicidad que proporcionan tiende a ser efímera. De hecho, no tiende, va a ser efímera por narices. Si no fuera así, ¿cómo sabríamos que estamos felices si no existiera la experiencia contraria para contrastar? Otra razón por la que la felicidad es efímera es porque depende en gran medida de circunstancias externas que están fuera de nuestro control. O al menos eso creemos.

Un ejemplo. Cuando alcanzamos un objetivo deseado, experimentamos un aumento en la felicidad, pero este sentimiento tiende a desvanecerse con el tiempo. De manera similar, cuando enfrentamos dificultades, nuestra felicidad puede disminuir temporalmente. Esta montaña rusa emocional es parte de la condición humana, y es precisamente esta búsqueda constante de la felicidad lo que a menudo nos lleva a cuestionar si existe algo más allá.

Y si bien una vida más allá de esta que experimentamos en el planeta tierra, de momento, no es lo que se cuestiona, lo que sí quiero enfatizar es que existen estados emocionales reales, experimentados por cientos de personas a lo largo de la historia de la humanidad, y que son, en principio, no solamente superiores a la felicidad sino inclusive la última estación del tren emocional de nuestras vidas. Es decir, no hay nada más allá. Depende de la religión o escuela de pensamiento con la que te relacionas, estos estados superiores son conocidos como Iluminación, Satori o Estado de Gracia.

Este estado emocional superior y último es un estado emocional que va más allá de la felicidad temporal. Es un estado de conciencia profunda y trascendental que trae consigo una sensación de paz, claridad y conexión con el universo. A menudo se describe como un momento de «despertar» o «iluminación» en el que uno se da cuenta de la verdadera naturaleza de la realidad.

En el budismo Zen, se conoce como «satori«, en el hinduismo como «moksha«, y en el cristianismo como «estado de gracia«. Aunque estos términos provienen de diferentes tradiciones religiosas, todos apuntan a una experiencia similar de transcendencia y comprensión profunda.

Se llame como se llame, parece tener una serie de características comunes, sin importar la tradición espiritual por la que te sientas atraído. Algunas de estas características son:

1. **Paz Interior**: En el estado de iluminación, la mente encuentra una paz profunda y duradera. Las preocupaciones y el estrés cotidiano disminuyen, y uno experimenta una sensación de calma que va más allá de las circunstancias externas.

2. **Conexión Universal**: La iluminación a menudo implica una percepción de unidad con el universo. Uno se siente conectado con toda la existencia, reconociendo que somos parte de un tejido cósmico más grande.

3. **Claridad Mental**: La mente se vuelve aguda y clara en el estado de iluminación. Las dudas y confusiones se disipan, y se experimenta una comprensión profunda de la realidad tal como es.

4. **Desapego**: En lugar de aferrarse a deseos y apegos mundanos, en la iluminación se encuentra un estado de desapego. Esto no significa la indiferencia, sino una relación más saludable con las cosas y las personas en la vida.

5. **Elevación de la Conciencia**: La iluminación lleva a una elevación de la conciencia. Uno se vuelve más consciente de sí mismo, de los demás y del mundo que lo rodea. La empatía y la compasión suelen florecer en este estado.

Es importante, muy importante de hecho, mencionar que todo lo que has leído hasta aquí no son más que palabras. (¿No es evidente que estoy a punto de alcanzar la iluminación con esto que acabo de mencionar?), dicho con ironía. Fuera de bromas, lo que quiero decir es que las palabras no pueden, ni podrán jamás, expresar a plenitud lo que es sentirse iluminado. De la misma forma que una muy completa descripción del mar no permite entender plenamente lo que significa sumergirse en él. O una completa y detallada descripción del amor, jamás sustituirá a la experiencia en directo. Solo sabrás que has alcanzado la Iluminación cuando la alcances, jamás antes.

El Camino hacia la Iluminación

La iluminación no es un estado que pueda ser forzado o alcanzado a través de esfuerzos desesperados. Tampoco existen drogas ni brebajes que permiten experimentarla. Curiosamente, puede o no requerir tiempo, porque nunca se sabe cuándo llegará. Es un proceso que a menudo surge de una búsqueda interior y reflexión profunda. Aquí hay algunas formas de acercarse a este estado emocional y, por supuesto, sin garantías de ningún tipo:

1. **Meditación**: La meditación es una herramienta poderosa para explorar la conciencia y buscar la iluminación. A través de la práctica regular de la meditación, uno puede abrir la puerta a estados de conciencia más profundos.

2. **Autoconocimiento**: Conocerte a ti mismo es fundamental para alcanzar la iluminación. Esto implica reflexionar sobre tus valores, creencias y deseos, y cuestionar la naturaleza de la realidad.

3. **Búsqueda Espiritual**: Explorar diferentes tradiciones espirituales y filosofías puede proporcionar una mayor comprensión de la iluminación. Muchos han encontrado inspiración en enseñanzas espirituales ancestrales.

4. **Vivir con Intención**: Vivir de manera consciente y con intención puede ayudarte a experimentar momentos de iluminación en la vida cotidiana. Practica la atención plena y busca significado en las pequeñas cosas.

Conclusión: Más Allá de la Felicidad

La felicidad es un estado emocional valioso, pero la iluminación representa una profundización de la experiencia humana. Ir más allá de la felicidad efímera hacia la iluminación es un viaje espiritual y mental que puede transformar la forma en que percibimos el mundo y nuestra propia existencia. La iluminación es un destello de claridad y conciencia que nos muestra la belleza y la unidad de la vida

Aunque, como todos los estados emocionales, la Iluminación no es permanente, los efectos que nos deja sí parecen ser permanentes. Alguien feliz puede llegar a ser infeliz en algún momento de su futuro, y a veces, con unos cuantos minutos de diferencia. Pero cuando alguien llega a alcanzar la iluminación, queda iluminado para siempre.

Otra diferencia con la felicidad es que la felicidad te puede sorprender, es decir, te pueden ocurrir cosas, experiencias, eventos, que te hagan experimentar una sensación repentina de felicidad. Con la iluminación no hay forma de que pase lo mismo. O la buscas conscientemente, o tu mente y corazón están abiertas a esta posibilidad, o jamás la experimentarás.

A medida que exploramos nuestro interior y buscamos la verdad en nuestro camino, podemos acercarnos a la experiencia de la iluminación, encontrando un sentido más profundo y duradero de satisfacción y conexión en nuestras vidas. Alguien dijo “Buscad primero el reino de Dios y el resto se os dará por añadidura”, y otra persona dijo “Si apuntas a la luna, le darás a la montaña”. De cualquier forma, trata de alcanzar la iluminación y, a lo mejor, ya sabemos que de forma efímera, logras la felicidad, que tampoco es nada despreciable.